VISITA MUSEO DEL TELÉGRAFO

En pleno siglo XXI donde estar comunicado es una de las actividades esenciales  tanto como para el mundo laboral, escolar y familiar; las nuevas tecnologías nos proporcionan un gran número de formas de hacerlo, pero cuantos de nosotros sabemos cómo comenzó la revolución de las comunicaciones eléctricas.

En el Museo del Telégrafo encontraras el inicio de la era de las comunicaciones eléctricas, ya que desde su arribo al lugar sobresalen a la vista todos los artefactos que dieron inicio a dicha era.

En la primera parada recomendada por el personal del museo nos encontramos con el aparato que inició todo, un telégrafo. Donde podemos encontrar desde su funcionamiento, componentes, métodos de comunicación, primeros lugares donde se implementó y no podría faltar la mención a quien se le atribuyó su invención Samuel Finley Breese Morse (Boston, Massachusetts, Estados Unidos, 27 de abril de 1791 - Nueva York, 2 de abril de 1872).

Encontraras datos curiosos como el primer mensaje que fue enviado, la manera en como era posible su funcionamiento y el código Morse de cada letra y número.

La forma en la que plasman la importancia del telégrafo desde sus inicios es bastante significativa ya que muestra la importancia en aquella época y el modo mas provechoso que se le pudo dar. La manera en la que comenzó a expandirse su uso de estado a estado, de país a país y de continente a continente (la cual para su tiempo fue una gran hazaña por los medios de aquella época). 

Claro esta que a medida que transcurrieron los años el telégrafo tal y como se diseño tenia que ser perfeccionado por las mismas necesidades y demanda, a tal grado que llego a convertirse en un teclado facilitando su uno de emisión de mensajes.

Dedicadas varias secciones de la llegada del telégrafo a México, se hace mención su importancia que tuvo durante la revolución mexicana, ya que fue una gran y poderosa herramienta para mantenerse al tanto de lo que estaba ocurriendo.

En 1928 se instalaron las primeras teleimpresoras Siemens y en 1929 se dio inicio a al servicio publico de radiotelegrafía.

En 1992, el telegrafista Romero Jiménez Gómez fue designado oficialmente para suprimir el sistema morse de los teléfonos mexicanos. El último mensaje enviado fue enviado desde el mismo museo a Nopalucan de la Granja, Puebla, donde había tenido su origen hacía casi 150 años. Romero Jiménez Gómez agregó al final las siguientes y ultimas palabras: "Adiós mi Morse querido, adiós...".